sábado, 12 de marzo de 2011

No deberías sufrir con tus posiciones

Una cuestión es ganar dinero y otra cosa muy diferente es "hacerlo bien". Por eso, puede ocurrirte que pilles un buen pellizco en una operación, pero en la que tú mejor que nadie sabes que has tenido una alta dosis de fortuna y es difícil asegurar que se vuelva a repetir. Y por otro lado, habrá momentos en los que tengas que encajar una pérdida (mayor o menor) pero eres claro merecedor de una calificación excelente respecto a cómo has desarrollado la operativa. ¿Con cuál te quedas?

No lo dudes ni por un instante: quédate con la segunda opción. Olvídate de las ganancias y esfuérzate por hacerlo bien. Céntrate en construir un sistema robusto, coherente, concreto y más o menos rentable (por supuesto). Pero lo importante es que lo respetes, que lo sigas a rajatabla y que lo vayas mejorando y perfeccionando con el tiempo y con la práctica. Ahí residen los mejores principios para conseguir hacer de la bolsa una vía de ingresos sistemática. Ahora bien, quiero que recuerdes esta frase: "No hay nada peor que ganar dinero haciéndolo mal". Estás perdido. Estás cavando tu propia tumba si esto se repite con cierta frecuencia en tus operaciones de bolsa.

Por tanto, si cuando abres una posición empiezas a sentirte inquieto, no puedes separar tu vista de la pantalla, comienzas a comerte las uñas o detectas otros tantos signos de inseguridad e inquietud que te invaden... es que algo está fallando. Y probablemente sea que no lo has hecho bien. Porque de lo contrario, deberías sentirte tranquilo, paciente, incluso relajado en espera del desenlace. Y cuando éste se produzca, pasas a registrar el resultado de la operación y a engrosar tu estadística... y punto y aparte. A otra cosa mariposa.

Hazme caso: no sufras con tus posiciones abiertas (me da igual que duren minutos  o semanas). Si lo estás pasando mal... es que no lo has hecho bien... Admítelo. Cierra la posición y analiza qué ha ocurrido y cómo lo puedes evitar en el futuro. Te lo agradecerán tu bolsillo, tu corazón y tu cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.